2. Los Activistas
Gabriela Pickett
GP: Mi nombre es Gabriela Zavala Pickett
EF: ¿Dónde naciste y creciste?
GP: Yo nací en la ciudad de México. Viví en la ciudad 12 años aunque mi padre tenía una casa de campo donde nos íbamos los fines de semana a escapar la civilización, vamos a decir. Y después viví ocho años Morelia, Michoacán antes de venir a Estados Unidos.
EF: ¿Cómo fue tu niñez en, en México?
GP: Tenía una niñez muy segura. Nunca nos faltó nada, creo que fui muy privilegiada en el sentido de que tuve la oportunidad de convivir con gentes de muchos estratos económicos y sociales, por el hecho de que mi padre era arquitecto, entonces pues, mi papá le mandaban hacer casas, convivía con los dueños de las casas, las gentes que las construían y las gentes que vivían alrededor de los lugares. Y creo que eso fue una cosa muy importante para mi formación, como adulta.
EF: ¿En qué ano llegaste aquí a Ohio?
GP: En el 2001.
EF: Okay, ¿Fue tu primer ciudad o estado en Estados Unidos?
GP: No, yo llegué a Estados Unidos en 1989. Llegué al estado de Texas, a cinco millas de la frontera de México entonces, estuve ahí, tal vez unos diez años, doce años antes de venir a Ohio. Ese tiempo fue muy interesante pues, no sentía ni que vivía en México ni que vivía en Estados Unidos, esa área de Texas es como una subcultura.
EF: ¿Cuál fue tu primera impresión al llegar a Ohio? ¿Y llegaste a Dayton? ¿Dayton ha sido tu única ciudad?
GP: Sí, llegué a Dayton, llegué aquí en finales de agosto, del 2001, llegué dos semanas antes de que sucediera el ataque de las torres, entonces yo llegué a Dayton en un momento crucial realmente, donde … no sé, tal vez las dos primeras semas fueron muy tranquilas para mí y después, creo que en, esa sacudida a todo el país, pues, creo que nos efectó a todos, sobre todo a mí llegando a un estado donde realmente no conocía a nadie, y sentí una diferencia de un día para otro, en una desconfianza hacia los inmigrantes, hacia las personas que realmente no se veían igual a los demás.
EF: ¿Qué te trajo a Dayton?
GP: Un trabajo, un trabajo, sí. Y yo pienso que querían que realmente llegáramos a Ohio porque, recuerdo que yo pregunté si nevaba mucho en Ohio y me dijeron que casi no nevaba en Ohio. (risa) [EF: Te mintieron] (risa) ¡Sí!
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EF: Entonces has estado acá por más de diez años. ¿Cuáles son unas de tus primeras memorias? De esos primeros meses o días de vivir aquí en, en Ohio.
GP: Muy refrescante poder vivir en un lugar donde hay cuatro estaciones. Lo disfruté mucho en cuanto a la naturaleza. No tuve problemas para conseguir amigos, aunque sí realmente, pues, viniendo de Texas es una cultura muy diferente entonces sí, poco un ‘shock’ cultural, si tú quieres. Y ha sido muy interesante para mí ver a través de los años cómo han cambiado las cosas y la manera de ver a los inmigrantes. Primero, como te dije, el ataque de las torres, la desconfianza, después la guerra, estando en un lugar donde hay, probablemente una de las bases militares más grandes del mundo, la base de la fuerza aérea. Pues, es una parte de nuestra vida, además de que mi marido ahora es coronel retirado pero, en ese entonces estaba aquí o entonces, todo esto de la guerra es muy presente para muchas de las gentes que vivimos aquí en Ohio. Y después, el colapso económico y curiosamente, junto con ese colapso económico fue donde yo por primera vez en el tiempo que yo vivía en Estados Unidos, llegué a sentir un poco de discriminación, y desconfianza hacia los inmigrantes. Como si quisieran tener una, hay una necesidad histórica de señalar a alguien como culpable de lo que está pasando, ¿no? Y generalmente son las gentes que se ven diferentes o los inmigrantes, a los que se señalan.
EF: Mencionas que lo que te trajo aquí fue un trabajo; ¿has tenido varios trabajos aquí en Dayton?
GP: Yo, comencé a trabajar en el área financiera. Yo he sido gerente de varias compañías. En, en Texas llegué a ser gerente de una compañía aquí, pero, originalmente estaba yo en el área de manufacturación. Cuando me cambiaron al movimiento financiero, vamos a decir, estuvo interesante para mí al principio, aprendí mucho, pero como cualquier otro trabajo, llegó un momento donde ya te saturaste de todo lo que ibas a aprender y ya se hace monótono. Y comencé a ver en ese momento que, estaba yo esperando que llegaran los fines de semana para poder hacer algo que a mí realmente me llenara, y eso era pintar. Entonces fue cuando yo decidí, dejar el trabajo, y regresar a la escuela. Y, fue donde en el 2006, me gradué con mi Bachelor’s degree en, en arte.
EF: ¿Nos puedes hablar un poquito acerca de tu arte?
GP: Vengo de una familia de artistas. Mi padre pintaba, tocaba el violín, hacía violines, diseñaba cosas, otros de mis hermanos también pintan, cantan, tocan los instrumentos entonces eso ya es la familia. Crecí alrededor de artistas y siempre quise pintar pero fue una de esas cosas que lo tuve que poner a un lado, ¿no? Por muchas situaciones en mi vida. Y tal vez, el haberme alejado de México, el haberme alejado de Texas, y haber llegado a un lugar donde en aquel momento para mí era estéril, en el sentido de que no sentía yo mi cultural. Quise yo reencontrarme con mi cultura a travez de mi propio arte. Y… pinto cosas que son relacionadas con, con mi vida, al estilo de Frida Kahlo. Pinto paisajes que yo recuerdo en, de mi país, al estilo de Velasco, pues de María Velasco, me gusta pintar la historia de México, como Diego Rivera, y pinto esqueletos, esqueletos que tienen algún tipo de narrativa. Claro son esqueletos que realmente no son mórbidos y no son contentos, ¿no? Nosotros en México tenemos la tendencia de ver a la muerte como una celebración o una culminación de una vida.
EF: ¿Y eso tratas de pintar …?
GP: Sí.
EF: Qué bien. ¿Cuál ha sido el momento más feliz en tu vida de, tal vez aquí en Ohio o en, puede ser en toda tu vida?
GP: Bueno, creo que cada uno de los nacimientos de mis seis hijos, es una, una emoción que no se puede comparar con nada, ¿no? He llegado a sentir muchas satisfacciones al nivel artístico, el poder tener un estudio y una galería donde puedo yo, no solamente hacer mi arte pero también, poder exhibir arte que tiene un mensaje de cambio social y de paz. Y el poder estar involucrado en activismo de los derechos humanos. Ha sido para mí maravilloso y ver los poquitos avances que puede uno lograr, ha sido muy satisfactorio para mí.
EF: Ahora al contrario, ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles de esta trayectoria, quizás? O tristes …
GP: Well, mira, no sé, bueno, obviamente hay cierta tristeza pero al mismo tiempo han sido momentos que han sido determinantes y me han empujado mucho al querer, afirmar lo que estoy haciendo, y han sido los momento donde ha habido discriminación. Una de mis mejores amigas es musulmana, entonces, con ella fue cuando yo comencé a, a ver esa discriminación, con agresión, inclusive agresión física, hacia ser humano y a mí eso, es algo que no, no entren en lo que es mí, mi persona, ¿no? Y lo he sentido conmigo también. He sentido esa diferencia, ese trato tal diferente que lo pueden dar a uno, basado en cómo se mira a uno. Y ha habido momentos, los difíciles de agresión, pero yo los he usado para reafirmar mi determinación de, de luchar por cambiar estas situaciones.
EF: Mencionas que tienes seis hijos. ¿Qué canciones, historias, o inclusive chistes, sientes que son parte de ti y de tu familia?
GP: Canciones, las de Víctor Jara, canciones de protesta, El Canto Nuevo, tengo memorias de, el niño más chico de tres años, cantando, “El pueblo unido jamás será vencido” saliendo de mi recamara y diciendo, “Hasta la victoria siempre.” La historia de Che Guevara, por ejemplo, desde chiquitos ellos, para ellos, Che Guevara es una persona que, creo que ni siquiera se han dado cuenta que, que no vive, ¿no? Sino que está siempre presente en nuestra historia, por ejemplo ellos también dicen, en lugar de decir, “Patria y muerte, venceremos” me voltean a ver y me dicen “Patria y suerte, venceremos” ¿no? Eso ha sido una parte de la vida de mis hijos. Pues esas son las canciones. Chistes … creo que no, (risa) ¿Y cuál era la otra? [EF: Historias] Bueno, creo que mi hijo te puede hablar, desde el más chiquito hasta el más grande, pueden hablar contigo, horas y horas sobre, maíz transgénico, la importancia de reciclar, de los GMOs, y derechos humanos. Eso es algo que, que son nuestras historias y eso es lo que, todos de alguna manera, ya es parte de nosotros, ¿no?
EF: Gracias por compartir eso. ¿Cree, ves en ellos, ves esos frutos de lo que has estado cosechando en ellos, desde pequeños?
GP: Absolutamente. Uno de los ejemplos más claros probablemente es, cuando el año pasado mi hijo quiso celebrar earth hour y se dio cuenta que en Dayton realmente no era una celebración al nivel de la ciudad. Y él quiso cambiar eso. Entonces él se pasó el verano escribiendo una, un discurso y se presentó en las cámaras de los comisionados y dijo su discurso delante de Mayor Whaley y de los comisionados y, todavía el momento que firmó él para poder hablar, y yo pensé que tal vez no lo haría, sin embargo, pues, para mi ver un niño de ocho años hablando y diciendo lo que realmente él siente, ¿no? de su corazón, para mí es muy importante. Y otro pues bueno, me hablaron de la preparatoria preocupados por otros de mis hijos, cuando les preguntaron, ‘¿dónde se venían ellos en el futuro?’ y entonces mi hijo dijo, “Yo quiero seguir los pasos de Che Guevara” (risa) entonces su, su idea de él, de lo que eso significaba era bastante diferente a lo que, en la escuela, pensaban, ¿no? Pero, obviamente digo, bueno, esos son mis hijos (risa) [EF: Orgullosa]
EF: Y hablando también de esas historias y de cómo has criado a tus hijos, y sabiendo que eres de México, ¿Qué tradiciones de tu país o de tu familia has tratado de mantener en tu propia familia y en ellos?
GP: Obviamente nuestra comida, mi casa es muy mexicana, hasta el momento que todos hacemos tortillas, las aplastamos y las hacemos en casa, no es algo que, y lo hago por cuidar mi dieta, por tratar de tener tortillas que no son transgénicas, vamos a decir, pero al mismo tiempo pues, es una tradición realmente prendes el comal y haces la comida, todo lo que, tenemos un jardín, al estilo de la milpa, atrás en casa. Yo, me visto como mexicana. Mi casa tiene artefactos mexicanos, y también celebramos el Día de los Muertos. Creo que ya se salió de mi casa esa la tradición y se vino a la galería, el año pasado tuvimos cuatrocientos gentes que asistieron a la procesión y llegaron aquí a celebrar, celebramos con música, con altares hechos por la comunidad entonces, todo eso ha sido ya parte de mis hijos.
EF: Siguiendo con su familia, mencionaste, ¿verdad? Que hay unas cosas que ellos pueden repetir ahora, ¿no? de las historias que tú les contabas, ¿hay algunas historias de tu juventud, que a ellos les gusta escuchar y que no se cansan de escuchar?
GP: Un poco, tal vez no tanto como yo escuchaba mi abuela, y creo que eso ya es un cambio generacional, creo que eso viene de los últimos dinosaurios que han tenido que aprender a usar, desde un pueblo electrónico hasta todo lo que, toda la tecnología que tenemos ahora, y eso ha interferido bastante, pienso yo en, en que los niños tengan esa, ese interés, por aprender, a través de escuchar a otras personas, ¿no? ya, ellos tienen, quieren saber algo, se van a la computadora y comienzan a buscarlo, ¿no? pero, si me pregunta, “¿Que qué juegos jugaba yo?” Y es muy interesante porque cuando ellos nos preguntan eso se refieren a qué juego de videojuegos o, ¿no? y yo creo que a veces se asustan cuando yo les digo, “Es que, yo vi a La Guerra de las Galaxias en el cine” ¿no? Y no la volví a ver por veinte años porque, vas al cine a verlo, tú no veías películas en tu casa, ¿no? y, ese tipo de, pues tal vez ese, ese cambio de vida, causado por la tecnología y eso que para ellos los intriga más como que, tratar de imaginarse lo que era la vida sin todo eso, ¿no?
EF: ¿Cuál, cuál ha sido la cosa, o evento, más divertido o, o significante, hasta chistoso, si quieres, que te ha ocurrido en Ohio?
GP: En Ohio…
EF: O en tu experiencia en los Estados Unidos
GP: Chistoso, no puedo imaginar nada chistoso (risa) pero, vamos a interesante ha sido ver esa transformación sobre toda en la ciudad de Dayton. Cuando yo llegué aquí en el 2001, y yo buscaba cuáles eran los porcentajes demográficos de la ciudad, yo veía que, hispanos eran un solo uno por ciento. Y ahora salgo a la calle y veo que es obvio que no es, ¿no? La ciudad de Dayton recibió una ola de inmigrantes de muchos países y, y ha sido hermoso ver esa transformación. Es interés de una ciudad por tratar de sentir que somos bienvenidos, que tenemos algo que aportar, que no estamos aquí para extraer los beneficios sin dar nada cambio, ¿no? Y esa era, esa es una, una imagen que mucha gente tiene, y aunque hay cierta resistencia todavía por algunos miembros de la sociedad, viven en Dayton, creo que la ciudad está haciendo un trabajo excelente para poder no solamente cambiar esa imagen y decir son bienvenidos, pero tratar de ayudar, ¿no? de que se pueden asimilar mejor las personas que van llegando, y que vaya habiendo una procesión por todas las culturas tan diferentes que hay en Dayton. Realmente, aquí en Dayton fue donde, he tenido amigos de muchísimas más partes del país que en cualquier otro lugar, y eso es hermoso. Cuando yo estaba, cuando era una estudiante en la universidad de Wright State, había un grupo que nos decían el grupo internacional, y es curioso, porque estaba una amiga de Jordania, un amigo de Irán, otra de Japón, otro más de Irán, y yo venía de México, venía otra de Colombia y, no me recuerdo de dónde más. Y por una razón nos comenzamos a juntar, y un día, de repente, yo volteé a ver y vi que la mayoría de los demás eran, gentes blancas, que eran de Dayton, totalmente separados de nosotros. Y nosotros, éramos pero, toda la vida nos pasábamos chacoteando y trabajando y lo que tú quieras, y yo me puse a pensar, “¿Cómo es posible, que todas estas gentes tan diferentes, que tenemos mucho más diferencias culturales entre nosotros que los demás, estemos tan unidos?” ¿No? Y, y realmente fue una cosa que a mí me encantó. Y eso siguió en mi vida a través de, después de haberme graduado, continúe mi amistad con mi amiga de Jordania, tengo una amiga que digo que es mi hermana gemela que es de Ruanda, y siempre estamos juntos, ¿no? Y creo yo que, que hemos llegado a, aprender sobre las culturas y hasta cierto punto asimilar ciertas cosas, ¿no? por ejemplo mi amiga me hace falafes de Jordania y les pongo pico de gallo y hago taquitos y hay este tipo de intercambio cultural donde, no solamente llegamos a entendernos y decir, “Ya entiendo por qué a ti los esqueletos de…” pues, para la gente de Ruanda las calacas significan genocidio, para mi significan otra cosa entonces, el poder llegar y platicar y decir, “Bueno ya entiendo por qué a ti te da miedo y tú entiendes por qué, para mí es una celebración de vida,” siento que, inclusive llegar y dar un paso adelante, y convivir y hacer algo juntos, ¿no? por ejemplo ahora tengo mis amigos de Ruanda que van a participar en el desfile, para ellos, siento que es hermoso el salir de esa zona de confort, vamos a decir, y explorar una cultura nueva.
EF: Mencionaste estas diferencias que tú viste, cuando pertenecías a este grupo y mencionaste antes eh, haber experimentado discriminación. ¿Qué me puedes decir acerca de la lengua, del español? ¿Qué significa el español en tu vida? ¿Cómo piensas que otros lo ven o cuáles son algunas de esas experiencias que has tenido tú al usar el español en público, etcétera?
GP: Bueno, mi madre habla español, y una vez fuimos en la tienda, y yo hablaba con mi madre español porque, no entiende otro idioma, y la cajera se ofendió mucho, se ofendió tanto que, en esa tienda en particular, ellos sacan las cosas de tu carrito y te los ponen en la banda. Y ella reusó hacer eso para mí. Y me hizo así con ademanes que yo lo hiciera ¿no? Hay otras gentes que les entra curiosidad. Para mí, retener mi idioma es muy importante, hablar dos idiomas o más es mucho muy importante, y creo que es una, espero que, que habiendo más gentes que hablen otros idiomas haya ese deseo de otras personas, por los menos decir, “Bueno, si ella habla dos idiomas yo también quiero hablar dos idiomas” ¿no? creo que es, ese etnocentrismo que es por protección, tal vez, pues, no, no es bueno, para nadie, y, inclusive, no estoy de acuerdo cuando la gente dice que, aquí es Estados Unidos y se debe hablar un solo idioma. Puesto que, el tratado de Guadalupe [Hidalgo], decía que, en California, iba a ser bilingüe por respeto a las personas que se quedaron a vivir allí, y que antes era México. Y, pues, yo pienso que es lógico hablar por los menos dos idiomas. Sobre todo en un era de globalización ya vamos a hablar de mi cultura o de lo que es Estados Unidos. Estamos interconectados con todo el mundo y es lógico y es deseable que se hablen más de dos idiomas para poder conectarnos con el resto del mundo.
EF: Bueno, voy a empezar esa pregunta que tenía antes, si pudieras retener una de tus memorias por siempre, ¿Cuál sería?
GP: ¿De México? [EF: Puede ser] bueno, cuando tú hiciste esa pregunta inmediatamente empezaron a venir imagines de, de flores, de mirasoles, de cempasúchiles, de montañas, que parecen conchas porque ya han sido taladas y hay diferentes cultivos, ¿no? La comida mexicana, la veo y la huelo cuando la imagino. Eso se viene a la mente. [EF: Las cosas de tu cultura] sí.
EF: Que bien. Esta pregunta tal vez será difícil y tal vez no seas simplemente una persona, pero quería preguntarte: ¿Quién es la persona más importante en tu vida? Y nos puedes hablar de ella o de ellos.
GP: Mi esposo y mi papá. Mi padre porque, pues él me dio todo lo que, lo que soy realmente en cuanto artista, mi activismo, muchas cosas de quien soy, puedo ver el origen en mi padre. Mi padre es mi origen, vamos a decir. Mi esposo porque ha sido mi mejor amigo y me ha…me ha, no solamente me ha aceptado por quien soy o cultura sino que realmente él ha celebrado mi cultura y, y me ha apoyado para que nuestros hijos también sientan y sean parte de las dos culturas – él es americano. Y porque él realmente siempre ha creído en mí, ha visto cosas en mí que yo no veía, ¿no? comenzando con mi arte, y porque siempre me ha apoyado, no podría hacer todo lo que hago si, si no nos apoyáramos mutualmente.
EF: Claro, claro. ¿Cuál es una de tus memorias favoritas de tus hijos?
GP: Es tal vez, bueno, los recuerdo como espíritus libres, como autónomos…luchadores en su propio, en su propia manera, vamos a decir. Tal vez, yo, la mayoría de mis hijos los educaba en casa y, y les he dado las herramientas para que continúen siendo creativos, para que puedan pensar por sí mismos y para que puedan ellos discriminar, cuál de la información que están recibiendo es la correcta y cuál no. Y, ese respecto que tienen hacia los demás. Eso los veo en ellos a diario, y eso es lo que pienso cuando los veo.
EF: ¿Alguno de ellos tiene la inclinación por el arte como tú?
GP: Varios. Varios, bueno, uno toca el violín, otra toca el piano, y tres de ellos en las artes visuales. Solamente uno, no le interesó mucho.
[los inmigrantes] realmente tienen mucho que aportar, tiene mucho que darle a esta sociedad y espero que un día de estos puedan hacerlo sin miedo, ¿verdad?
EF: Tú tienes experiencia con, con inmigrantes, ¿me puedes hablar un poquito acerca de tu rol como activista?
GP: Claro. Realmente es, es, para mí fue muy interesante porque, a mí me comenzaron a buscar como último recurso casi casi para ellos, para algunos, ¿no? para que los ayudaran en situaciones de emergencia y, poco a poco comenzamos a, ayudarlos y comenzaron a llegar más y…sin querer, me comenzaron a pedir que por favor, advocara yo a favor de ellos, y al principio me sintió un poco incómoda te soy sincera porque a mí me parecía un poco incorrecto, yo hablar, esa es la voz de una persona inmigrante e indocumentado, vamos a decir, porque ellos sentían que yo no había pasado por toda las cosas que ellos habían sentido, pero si no lo hacía yo, ¿Quién lo iba a hacer? Ellos no tienen voz, muchos de ellos no la tienen entonces, decidí hacerlo y he participado en varias protestas, escribiendo cartas, dando discursos, y ayudándoles a ellos directamente, traduciendo cosas para ellos, hago de todo, ¿no? Y realmente, ha sido muy, muy bonito para mí porque realmente tienen mucho que aportar, tiene mucho que darle a esta sociedad y espero que un día de estos puedan hacerlo sin, sin miedo, ¿verdad?
EF: Con esta experiencia que tú tienes con, con inmigrantes de otros piases, ¿Qué consejos les darías tú a nuevos inmigrantes a este país o a este estado o a esta ciudad, por ejemplo?
GP: Bueno, tiendo a ver las cosas desde arriba, ¿okay? Entonces, muchas gente se molesta porque vienen inmigrantes. Yo me pregunto ¿por qué vienen los inmigrantes? ¿Por qué los inmigrantes vienen de unos países y no de otros? ¿Por qué no se están saliendo de Nicaragua? ¿Por qué no se están saliendo de Brasil, de Argentina, de Chile? ¿De Bolivia? ¿De Ecuador? Y la pregunta, la respuesta tal vez sea un poco incómoda pero, las gentes que están viniendo aquí, como consecuencia de nuestras propias, y cuando digo las nuestras, yo digo como americana que soy, nuestras estrategias de relaciones exteriores hacia esos países, han dañado mucho a la economía y han desestabilizado la política en esos países. Entonces es importante tener eso en cuenta cuando hablamos de inmigrantes que vienen para acá porque, como quién dice estamos cosechando lo que sembramos hace muchos años, comenzando en Guatemala en el 1954, hasta el último golpe de estado en Honduras. Entonces, es importante irnos hasta ese punto que es realmente es la raíz de todos estos problemas. Muchas veces tenemos esta tendencia a ver y criticar y juzgar lo que tenemos enfrente, pero es muy importante realmente ver, ¿Dónde comenzó este problema? Este con problema no comenzó el año pasado cuando comenzamos a tener esta ola de niños viniendo para acá. Comenzó en 1954 en Guatemala.
EF: ¿Qué mensaje te gustaría darle a tus hijos o nietos en el futuro? Si ellos vieran este vídeo, ¿no? en diez o veinte años, o cincuenta años, ¿Qué quisieras que ellos vieran o qué consejos les darías acerca de ti, de la vida, etcétera?
GP: Un consejo que Noam Chomsky le dijo a una amiga mía: Que no hay tal cosa como una persona insignificante, o un acto significante. Que, que tal vez nosotros nunca lleguemos a poder captar en nuestras manos o poder medir, la influencia que podemos tener en el mundo. Que un acto por más pequeño que sea de bondad, de bienestar hacia otro ser humano puede tener consecuencias infinitas. Y que a veces, el lograr grandes cosas se hace a través de cosas pequeñas, juntándose una tras otra, tras otra. Y tal vez nosotros en nuestra vida no lo alcancemos a ver. Simplemente hay que ver la historia. ¿Cuántas veces? Inclusive lo veo con mi padre, por ejemplo. Tal vez él nunca se llegue a dar cuenta de esa influencia tan grande que tuvo él en mí, y consecuentemente en mi mundo alrededor, en Dayton Ohio.
EF: Que bien. Si tuvieras que reflexionar de estos, de estos últimos años viviendo aquí en Ohio, ¿Podrías contestar la pregunta de ‘¿Qué significa Ohio para ti?’?
GP: Ohio simboliza para mí, reinvención, descubrimiento, esas dos palabras tal vez son las primeras. No solamente en el contexto histórico de la ciudad, sino lo que está sucediendo ahora en la ciudad y cómo me ha afectado a mí también. Me estoy reinventando vamos a decir. Junto con la ciudad.
* Transición a un tour con la artista en su galería.
GP: Bueno, yo siempre había soñado con tener mi estudio y una galería de arte, ¿no? eso para mí nunca fue a lo mejor sin algún día, siempre decía, “Cuando yo tenga mi estudio” yo vivo a un lado de mi estudio, lo que pasa es que este edificio se puso en venta y era realmente horrible. Y tenía miedo consecuentemente que alguien lo comprara y lo abandonaran, etcétera. Entonces yo decidí renovarlo y ahora tengo mi estudio y mi galería. Esa es una de las piezas que hice en el 2012, justo cuando mi padre estaba enfrentando su propia muerte y realmente ni siquiera me di cuenta, en ese momento que la estaba pintando, pero realmente estaba yo pensado en esa, la eminencia, ¿no? de la muerte de nuestros seres queridos así fue como lo describí yo. Esto va a ser un paisaje que estoy haciendo. También para mí es muy importante recordar los, los paisajes de México, ¿no? Y esta es mi área de juego, vamos a decir. Podemos bajar. Aquí hay algunas cosas que tengo que uso para el desfile del Día de los Muertos. Nosotros venimos desde el centro de convenciones cerramos la calle quinta, y hacemos un desfile. Tenemos las gentes se pintan, se ponen máscaras, traen sus propios puppets y, realmente ha sido sorprendente de una manera, ha sido muy bonito, vamos a decir, que hay tanto interés por el Día de los Muertos, ¿no? En, en Dayton. Curiosamente el año pasado hubo gentes de doce diferentes países, gentes que vinieron de Arabia Saudita, de Jordania, de Palestina de Ruanda, de muchos lugares del mundo, y estaban aquí. Y algunos no sabían enteramente lo que era el Día de los Muertos, pero querían aprender, querían experimentarlo. Y ha sido muy bonito en ese sentido. La galería se llena de altares, para nosotros, los mexicanos el Día de los Muertos es una combinación de una tradición prehispánica con, con una tradición Católica que es el Día de los Santos Inocentes, más o menos coinciden. O sea que es una tradición sincrética donde se celebra la vida de los que ya se fueron y es una manera de nosotros, de volver de sentir la presencia de aquellos que se nos fueron, se ponen altares con sus fotos con algunas cosas que ellos disfrutaron en, en vida, inclusive comida, su cervecita, su tequilita, cafecito, mole, lo que sea, se ponen simbólicamente en una mesa con muchas flores cempasúchil que es la flor tradicional que es, está en cosecha en esa época, es la flor de temporada que tiene un color anaranjado muy, muy vivo por lo tanto, le da mucho color a los [altares], y las velas nunca pueden faltar las velas. La música y el festejo. Y eso lo que hacemos aquí. Se hacen altares a personas específicas, por ejemplo este año vamos a hacerlo a un maestro que falleció en una de las escuelas locales, y es una manera que los estudiantes van a celebrar su vida. Tiene mucho, tiene un valor para, para poder sanar las heridas y el dolor de haber perdido una persona muy importante, muy terapéutico también hacer un altar. Y también, por ejemplo, algunos tienen un toque sociopolítico, por ejemplo a veces se han hecho para aquellos soldados que han muerto en las guerras, ¿no? Los hombres y mujeres en Afganistán, en Iraq, que no tenían nada que ver con la guerra. Se hacen altar para ellos. Se han hecho altares, este año vamos a hacer altares para las víctimas que han caído por adicción de heroína, que es un problema muy, aquí en Dayton es un problema muy grave que tenemos. Para las víctimas de violencia de armas, también. En fin, eso es más o menos lo que hacemos.
Esta es una de las salas de la galería y aquí tenemos un poco de lo que queda de una exhibición que se llamaba Partitions, donde hablamos de aquellas barreras que creamos entre nosotros, ya sean físicas a través de muros, como el muro de Berlín o en Palestina con Gaza o sociales o religiosas. Son muy fáciles de ponerse entre nosotros, pero muy difíciles de quitarse. Esta sala también es galería y todo esto va a estar lleno de altares el dos de noviembre pero ahorita temporalmente aparte de tener arte, tenemos una tienda, o sea, no es de nosotros sino que estamos partnering [ … ] y, todo lo que tú ves aquí es Free Trade y, todos los fondos de, de lo que se gana con la, con la tienda van para, para educar a la gente sobre lo que es el tráfico humano, ¿verdad? Y algunas de estas pinturas que tú ves…esa es mía, esta de acá también es mía, me interesa mucho lo que es la figura humana también me, me gusta mucho pintarla. Pero todas estas, estas tres pinturas fueron hechas por Helen Brown, este hecho de, habla de El Salvador, del masacre de [EF: El Mozote] El Mozote, sí. Y aquí está en, en el idioma, creo que es Quiche, uno de los artículos de la declaración de los derechos humanos, y todas estas pinturas hablan sobre la violación de los derechos humanos a los niños, y esta habla sobre todos los inocentes que mueren en Ruanda por, las diferencias entre Protestantes y Católicos, y esta es sobre el tráfico de niñas en Colombia, esta es español. Esta pintura se llama éxodo y habla sobre el desplazamiento de las gentes, ¿no? generalmente acaban siendo niños y mujeres y ancianos, los que sufren el desplazamiento a causa de las guerras. Y acá tenemos una sobre Sudán y niños que mueren a través, a causa de las minas que se quedan en Serbia y en otros lugares, ¿verdad? Y acá tenemos esta es sobre, habla sobre Vietnam, Agent Orange y cómo la guerra terminó hace mucho tiempo pero todavía quedan los rezagos de esta guerra con tanta gente muriendo por cáncer porque todo este Agent Orange acabó en los manantiales, y acá tenemos otra galería. En esta galería generalmente tenemos obras de arte hechas por mujeres. Esta galería se llama Mary Preiston Womens Art Gallery, y tenemos, estas dos piezas son de ella y ella se dedicó toda su vida para pelear lo que era la guerra. Tenemos otras dos pinturas de Amy Hopkins, y así tenemos diferentes, esos son artículos que, o se hacen aquí en Dayton por artesanos, trabajo con refugiados inmigrantes de África Central, entonces les ensañamos a hacer collares y se venden y tienen algún dinerito de ellos. Pero también tenemos cosas de África, y el dinero normalmente se manda a África para la educación de niñas. Volviendo un poco a lo que hablamos anteriormente, si hay refugiados de África Central, se les ayuda pero yo tengo esa tendencia pensar ¿Por qué están viniendo para acá? Entonces, ¿Por qué no ayudar a las personas en África para que puedan tener una vida en su propio país? Porque muchos de ellos vienen por una idea de lo que es Estados Unidos y realmente muchos quisieran estar en su país. Es una de las cosas que no todos tenemos la capacidad de adaptarnos y poder decir aquí queremos vivir. Hay muchos inmigrantes que si tuvieran la opción, tal vez estuvieran viviendo en país.
EF: Claro.